
El crecimiento individual es el corazón de una relación sana.
No estás aquí para rescatar a nadie.
Ni para moldear a alguien a tu forma de amar.
La verdadera conexión nace cuando dos personas eligen crecer… por decisión, no por presión.
Si estás esperando que el otro cambie, hazte esta pregunta:
¿Puedo aceptar a esta persona tal como es, sin exigir una versión distinta?.
Las relaciones más estables son aquellas donde cada quien trabaja en sí mismo y aún así decide caminar junto al otro.
Estudios muestran que las relaciones saludables se construyen sobre: Autoconciencia emocional, compatibilidad de valores. A veces, no se trata de falta de amor… sino de caminos que ya no van en la misma dirección.