
Dormir bien no es un lujo, es una necesidad biológica.
El insomnio no solo roba energía: altera tus hormonas, tu metabolismo y tu equilibrio emocional.
Dormir menos de 7 horas por noche aumenta el riesgo de ansiedad, hipertensión y resistencia a la insulina.
Pequeños cambios pueden transformar tus noches:
crea un ritual relajante antes de dormir,
apaga pantallas 1 hora antes,
busca luz natural en la mañana.
Tu cuerpo no necesita que lo “fuerces” a dormir… necesita sentirse seguro y regulado.