
Muchas veces acumulamos en la mente lo que nunca decimos en voz alta. Eso, poco a poco, se convierte en tensión y estrés. Poner en palabras nuestras emociones activa áreas del cerebro relacionadas con el autocontrol y la calma.
No se trata de ser buen escritor, sino de liberar espacio mental. Unas cuantas líneas pueden ayudarte a procesar mejor tus emociones y a dormir con más tranquilidad. Lo importante no es la forma, sino la intención: soltar lo que pesa y hacer espacio para lo que te nutre. ¿Tú ya has probado escribir para liberar la mente?.