Paciencia, las cosas que merecen la pena tardan. No te vas a poner fuerte de la noche a la mañana.
Expectativas realistas. Un poco en relación a lo que decía antes, pero sabiendo a lo que puedes llegar. No te compares y céntrate en ser mejor con el tiempo.
Come bien y lo suficiente, evalúa qué calorías se ajustan a tus necesidades y objetivos. Se coherente y evita los extremos, también busca alimentos de calidad en base a materias primas que te gusten.
Entrena intenso, no vayas al gimnasio a pasar el tiempo. Trabaja con peso ajustado a tu nivel y ve progresando poco a poco siguiendo una planificación. Nada de ir a lo loco y descansa pero mantente activo. El descanso se refiere por un lado a las horas de sueño y por otro lado a la recuperación muscular. Para poder sacar el máximo rendimiento, duerme lo suficiente y descansa entre sesiones de fuerza, sin ser una ameba el resto del día.
Busca tu sostenibilidad, esto es un proceso de prueba y error, de experimentar y saber qué es lo que te gusta y que es lo que puedes mantener en el tiempo.
