
Tu metabolismo no es cuestión de edad… es cuestión de hábitos. La ciencia es clara: la forma en que comes, te mueves y descansas influye más en tu metabolismo que el paso del tiempo. Estudios muestran que tener suficiente masa muscular aumenta el metabolismo basal y mejora la sensibilidad a la insulina.
También se sabe que un buen sueño regula hormonas clave como leptina y grelina, responsables del apetito y la energía diaria. Cuando combinas proteína suficiente + movimiento constante + descanso profundo, tu cuerpo usa la energía de manera más eficiente y tu vitalidad sube. Pequeños pasos → grandes cambios: caminar más, mover tus músculos y priorizar el sueño transforma tu biología, no solo tu físico.