No hay pruebas claras de que la epidemia de la obesidad que afecta al mundo moderno esté directamente relacionada con el consumo de azúcar, pero sí con el exceso. Otro factores son la falta de ejercicio, que implica la acumulación de la energía de más que se ingiere en la dieta y la falta de equilibrio en la alimentación, lo que conlleva desbalances en el consumo de otros nutrimentos. Finalmente la obesidad también tiene un componente genético hasta en un 77%.