Previene la ingesta deliberada de alimentos. Los comedores compulsivos que participan en una terapia de yoga de 10 semanas serán capaces de reducir el número de episodios de problemas de digestión por semana, de cinco a un promedio de menos de dos ocasiones. Al enseñarles a las personas a ser conscientes de sus actos, el yoga ayuda a la gente a desarrollar estrategias saludables para lidiar con los sentimientos que alguna vez los llevaron a excederse en la comida.