Las manos son uno de los vehículos más habituales con el que se desplazan los microorganismos de un lugar a otro. En las personas estos se encuentran en la boca, nariz, intestinos, manos, uñas y piel; en los animales como ratas, ratones, insectos, perros, peces, vacas, gallinas y cerdos, se encuentran en heces, tierra y agua.