Existen sólidas evidencias científicas de que esta dieta (Dietary Approaches to Stop Hypertension), desarrollada por los Institutos Nacionales de Saludos de Estados Unidos, tiene un efecto hipotensor, es decir, reductor de la presión arterial, independientemente de la restricción de sal y el descenso del peso. Esta dieta se compone principalmente por frutas, verduras, cereales, lácteos descremados, ácidos grasos, monoinsaturados, pescado, aves y nueces, siendo pobre en ácidos grasos saturados, carne roja, bebidas azucaradas y dulces. Dicho régimen produce un descenso de la presión arterial.