Como la capacidad del organismo para absorber el calcio disminuye con la edad, es vital tener la cantidad necesaria de este mineral para envejecer sanamente. Contrario a lo que se cree, el esqueleto no es una estructura rígida e inalterable, sino que cada año el cuerpo reemplaza cerca del 20% del tejido esponjoso de los huesos y las actividades influyen sobre la salud de estos a cualquier edad. Hasta los 30 años de edad, se produce hueso con gran eficiencia, de modo que tomar medidas saludables como hacer ejercicio e ingerir suficiente calcio, contribuyen a que el esqueleto alcance su fortaleza máxima, la cuál está determinada genéticamente.